Silencio
“Poseer un cristal que no quiebre”, si todo fuese así de fácil, soñemos…
Cada día que pasa me siento más vulnerable, como si a tu lado pudiera serlo todo y de pronto me hallase sin nada y es extraño, pero siempre tuve la sensación de que estabas conmigo aunque nunca a mi lado, de cierta manera, hubo un tiempo en el que mi corazón indeciso se encerró en si mismo, cansado de amar, cansado de creer, que los sueños son fáciles _tu provocabas mis sueños, forjabas cual perecer en una ilusión y realmente parecía fácil_ de pronto me sentí caer de la cama y desperté.
Escuche una vez decir que los sueños son tan solo una idea vaga de lo que esperamos llegar a ser, he oído mencionar la palabra cobardía e inocencia cuando al hablar de sueños se trata y de una u otra no le encuentro sentido. Sí, pudiera decir que soñar es fácil, pero si realmente lo fuese, por qué entonces no sueña todo el mundo. Como he dicho hay una frase de una canción que dice “no duermo porque vivo soñando” y vagueo por mi vida con mi propia canción _ es así de sencillo_ para mi los ingenuos, los cobardes, son aquellos otros que se apegan a su realidad, que deciden anclar sus pies bien fuerte por miedo a soñar con llegar a ser y de pronto por el camino ver que nunca lo fueron, quizás el soñar provocase tarde o temprano decepción, ver que todo ello acabase siendo no más que otro fracaso, soñar con poder tener, soñar con querer ser y de pronto no hallar nada. Lo que la vida nos enseña es que debemos andar a pasos cortos pero firmes, ser consecuentes con lo que tenemos, pero a veces incluso cuando nuestras alas se rompen la única solución se encuentra en desplegar las alas y volar _sí, soñar puede ser algo fácil, aunque acabe despertándome en medio de la noche con la piel sudorosa y con el pulso acelerado, provocas esa sensación en mi y aunque a veces tenga la indecisión de no saber si al despertar te habrás desvanecido como cual sueño, te seguiré soñando, puede que tenga la sensación de que a tu lado tienda a caer, pero tus brazos me sostienen_ soy así de cobarde e ingenua, provocas mis sueños.
Siempre he sido muy honesta conmigo misma, reconozco que nunca he tenido suerte en el amor _de otra seguro que me toca la quiniela_ pero soy una persona muy insistente, cuando creo que algo merece la pena, lucho hasta tenerlo conmigo, el amor siempre me huye, cuando menos lo espero, no trato de encontrarlo, pero de pronto aparece, no te buscaba pero una parte de mi siempre esperaba que la encontrases. Un tanto surrealista no, me até mi realidad aun a sabiendas de que ésta era cruel conmigo, por miedo a querer más y tener miedo a que mis sueños se hicieras trizas, no era fácil soñar, tú conseguiste que lo fuera.
Entre mi confusión y tu indecisión hubo un momento en el que mi corazón supo de ti, de tus miedos, del por qué de tu frialdad, de pronto algo cambia, soñar parece aún más fácil y mi corazón ya no se niega a darse vida, ha comprendido que de algún modo una parte de él, te pertenece, decide entregarse… pero me haces sentir vulnerable, como si tuvieses la decisión de sostener mi alma o dejarla caer ¡otra vez no! dicen que las segundas oportunidades nunca son buenas, pero en esta parte de la historia, mi cabeza pide a gritos que no escuche más tu mentiras, que tan solo escuche tus silencios_ sí, aquellos que dejaste al marchar y que de pronto juegas a perturbar, con tus palabras sin sentido_ ahora hablas y hablas y no se si tus palabras son tan irónicas como los hechos de esta historia, tan solo se que este momento es nuestro, que hubo un tiempo en que no estabas y deseaba verte y ahora estás y tan solo hallo miedo. Quiero escribir mi historia, pero ayúdame a que los silencios encuentren su eco, que mi corazón pueda volver a creer, irónico, siempre me gustaron tus ojos, ahora odio la forma en que me miran, pero no puedes culparme, necesito tiempo y que tú me regales cada segundo de tu reloj, no necesito que me sueñes cuando no estás conmigo, quiero que forjemos nuestros sueños.
Pero no hables, tan solo escucho palabras y por más que lo intento no logro comprenderlas, no te pido una explicación, se que ésta me sonará a mentira, sí, hubo un tiempo en que me creí cuanto decías querer, pero porque tenia seguro de que todo aquello lo querías conmigo, de pronto te vas y juegas a regresar y de la distancia, la ausencia y mi impotencia contenida, no logro más que escuchar, palabras sin sentido, una y otra vez, jugaste a darme silencio, ni si quiera un simple adiós.
Silencio, retumbas mi cabeza con tus indecisiones y dueles al hacerlo, como cuando de pronto decides que es tu momento y buscas hallar cual debilidad en mi que se crean tus propias mentiras, disfrazándolas de una ingenua verdad, hablándome de amor… hablas y hablas y no le encuentro sentido, silencio, retumbas mi cabeza con tus indecisiones y dueles al hacerlo.
No consigo entender, tan solo puedo oír el ruido de tu voz, incesante, cansina, cada vez más hiriente, me duelen tus palabras, éstas en su delirio van creando cada vez mayor confusión, porque no alcanzo a entenderlas, porque de pronto cuando ya me había acostumbrado al vacío de tus reproches, cuando por fin ya me había acomodado a tu ausencia, te escucho hablar, de una manera imparable, siempre lo supe, mientes tan bien, que cada sílaba que me cuentas me sabe a una historia ya vivida y ya no más, retumbas mi cabeza con tus indecisiones y dueles al hacerlo. Silencio, no hables, no logro escuchar más que el ruido estrepitoso que tus ansias provocan, no consigo oírlas, no consigo comprenderte, para qué sigues hablando sin razón, ya el amor acabó.
Silencio, no es justo, siempre estuviste conmigo y nunca a mi lado y afrontarlo ha sido muy difícil, superarlo es un camino que aun recorro, déjame hacerlo, no perturbas mi entereza porque ahora hayas decidido que quieres estar a mi lado, hay cosas que tienen su tiempo, y no me pidas una oportunidad más _cuantas debo de darte para que creas que ya ha sido suficiente_ Silencio, que pretendes con tantos reproches, a que juegas con tus dudas, acaso no recuerdas que esta historia ya tuvo su fin, tú lo decidiste, ni si quiera dijiste adiós, tan solo me dejaste silencios y de pronto apareces, sabiendo lo que debes de decir en cada momento, tratando de convencer a mi corazón que ya no entiende a razones, cuando un tiempo necesitaba que le explicaras por qué tu miedo te hacía cobarde, lo irónico es que yo te hubiese dado valor para afrontarlo… y hablas y hablas y no logro escucharte, por más que lo intento no puedo. ¿Recuerdas cuando de amar comenzamos a escribir nuestra historia? sin apenas yo preverlo tuvo su fin, “nunca pretendí ser tu final, tan solo tu historia” y ahora apareces, como si nada, te escucho, pero tan solo oigo palabras huecas, furiosas por no ser comprendidas, pero no es justo tu indignación, yo calmé la mía, sin ti, sin tener esa otra parte de la historia que me ayudase a continuar y para mi era sencillo, un adiós hubiese bastado, pero tampoco supiste decirlo, y ahora parece que sabes cual palabras debes de decir, lo siento, pero ya no lo entiendo, apareces y qué pretendes, que yo reescriba la historia, no puedo más, deja de hablar retumbas mi cabeza con tus indecisiones y dueles al hacerlo
Silencio, no me llames amor, no lo soy, quizás hubo un tiempo en que lo fuera, pero no te aferres a ese pasado, hoy no estás para decirme cual palabras, tan solo te escucho, pero no te hallo en ningún lado, por más que miro, tan solo alcanzo a ver el sitio vacío que dejaste junto a mi _no me llames amor_
Ni finjas que entre la distancia que hemos marcado y tu ausencia, hubo algo que te hizo recordarme, como si de pronto sintieses que me necesitas, que añoras la forma en que mis abrazos jugaban a calmar tus inquietudes, no pretendas de pronto querer formar parte de mis momentos cuando ya ni si quiera recuerdas de qué color eran los sueños que tratábamos forjar, ahora tan solo te esfuerzas por pintarlos, a tu manera, ni siquiera te ciñes a lo que yo pueda querer_ has dado por sentado que aún te sigo queriendo_ de una razón u otra sentiste miedo y recordaste que a mi lado, todo era más sencillo, pero eso debiste haberlo pensado antes.
Silencio, no hables más no logro entenderlo, retumbas mi cabeza con tus indecisiones y dueles al hacerlo. Yo también lo haré, hallaré mi silencio, dejaré de hablarte, aunque sienta aún un mundo por ti, yo ya no se si lo que cuentas es lo que sientes, tus palabras me suenan ajenas y odio la manera que porfías a exigirme, dañas mi corazón, silencio, ya no le hables a esta muñeca rota, si no sabes que decir, si no sabes si lo que dices es lo que realmente sientes, aún es muy débil e ingenua, sigue sintiendo y de pronto se le olvidan sus sudas si le dieras tu mano, si no sientes lo que dices, si no sabes si es el momento, no hables, retumbas mi cabeza con tus indecisiones y dueles al hacerlo, o si quieres no calles, pero busca la manera de que tus acciones cobren más sentido, si crees que merece, grita, pinta las paredes del color con el que me miras, disfrázate, busca el momento perfecto, en el que a gritos mi alma desesperada escuche todo lo que tienes por decir.
Mi corazón aún escucha, me lo cuenta cuando sueña contigo en la fragilidad de mis sueños, aún te siento.
¿quién dijo que los sueños se rompen al despertar?
0 comentarios:
Publicar un comentario
Bueno dejar vuestra firma...
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio