En un mar de dudas y un barco a la deriva...

Pues así mis sentimientos se hayan y así mi cuerpo perdura.

Como ese deslumbrante barco que allá a lo lejos descansa, donde el horizonte se pierde y así me encuentro, perdida en mi mundo, contradiciendo a mi ya cansado corazón, negado a este latir frenético que le deja sin aliento, pávido y ansioso, pero todo ocurre tan rápido y cuanto más siento el mar, mas embriagada me encuentro y más temor a sentir cada ola que me arropa, pero mis instintos no me dejan ver en la noche, tan solo sentir, tan solo soñar.

Y así aflora mi alma, intrigada, queriendo ser barco, en medio del mar que arrulla, impregnándome con su embriaguez, pero enloqueciéndome al mismo tiempo, como si quisiera dármelo todo, un poco de cal y otra de arena y mi corazón confuso no lo entiende… pues así es el mar, que cuando se empeña en poseer algo no da cabida a negarlo y me invade e inunda de un sentir intenso, tan rápido y tan lento… que me pierde y mi cabeza busca lógica a algo que en su apariencia no la tenga y no me da razones, tan solo así se halla, dándome calma pero, a la vez sucede todo tan rápido, que no puedo culpar el que mi corazón no lo comprenda, el mar tan solo juega, a acariciar mis miedos.

Confusa mi alma perdura, pues queriendo olvidar te recuerda, quien queriendo no conocer mas mundo, descubre el tuyo propio y siente que su interior es aún más bello y teme que al saber lo que ocultas se haga todo aún mas incrédulo y no lo controla, no puede tomar las riendas del barco, armarse de valor y negar ese sentir, el mar me empapa, quiere poseerme y así me hallo, como ese temeroso barco, que apenas se mantiene firme, buscando una salida, pero no se niega y navega, tan solo sentir, quizás soñar, busca su rumbo, no queriendo detenerse, pero a ratos lo detienes, y por instantes lo haces ir a más velocidad, quizás no sabe lo que quiere, puede que tan solo navegue… y así me hallo como ese barco, que se percata ante el frío mar, y así te hallo en mi mundo, como ese mar inmenso, tan frío que acobarda, pero tan ardiente que me insita a soñar, quizás sucede, o tan solo navega… pero así me hallo intentando tener el timón, retomando el rumbo que tú, mar has provocado que perdiera, empujándome hacia el ocaso... y desquicia tan solo pensarlo y así mi alma permanece, siendo barco ante el impasible mar.

Y teme, el sentir aún más calor del que pensaba y se siente tan distinto, pues en su mundo controlaba cual cosa pudiera pasar, quizás lloviera, quizás el viento soplara, pero todo sería familiar… he pasado tantas veces por esas aguas, alzando las velas y echado a navegar… que creía que el camino sería siempre el mismo, ni un nuevo oleaje, ni un distinto soplo de brisa… pero fallé, mi corazón aún siente y no sabe a lo que se aferra, quizás a nada o puede que a todo, pero tiembla y el barco no es tan fuerte, su quebradiza cubierta a penas se mantiene en pie, pero se hace fuerte, ese nuevo sentir lo hace vibrar y le hace ver que el mar es muy grande y que no todo puede controlarse, quizás mil destinos por elegir y una razón fuerte para seguir navegando, quizás soñar.

Pero late y así perdura, inmóvil en el tenue mar, balanceándose y acariciando las olas y así me siento como aquel barco a lo lejos, tan cerca como tan lejos, sin pensar como brilla y su luz es tan intensa que eclipsa, pero tan sólo soy barco, navegando entre aguas nuevas, quizás perdida por mi camino, quizás encontrando otro nuevo destino, un nuevo sentir… y así me hallo siendo barco y tu mar.