martes, 22 de diciembre de 2009

estoy acostumbrada

No te preocupes. Estoy acostumbrada a caer, pero ya he encontrado el modo de levantarme y sanar mis heridas. Se encajar los golpes, disimulo, para que así nadie se percate de las magulladuras, es mejor así, soporto mejor el dolor a solas...

Y caigo y me vuelvo a levantar, así es mi alma de sencilla y complicada, al mismo tiempo, anhela volar y ancla sus emociones, así es mi mundo, caótico.

Conozco al detalle esa sensación irritante de vacío, cuando sabes que das todo y a cambio no recibes nada y puede que ya ni esperes que algo venga, pero estaría bien que respondieran, tan solo una mirada bastaría, que absurdo. Cansada de darlo todo en cualquier tipo de relación, cansada de esperar nada.
Ya no me sorprendo, he topado con mucha decepción por el camino, de entre otras cosas la desilusión y yo nos hemos hecho muy buenas amigas-
A veces se encierra en si misma, lo sabe, lo pasa mal, lo reconoce, pero no necesita que lo sepas, esa parte la sé al dedillo, quiere solventar sus problemas, sin depender de que alguien cargue a su espalda sus lamentos…

Porque le avergüenza reconocer de nuevo su torpeza, fallar constantemente, le entra el pánico y no sabe actuar, no quiere que la mires, está acostumbrada a llorar en su rincón, hasta agotar sus lágrimas. Ella acepta su error, pero necesita su tiempo, no quiere que lo comprendas, lo reconozco, este sentir es como una espiral sin sentido caigo y caigo, pero ya levantaré, lo hago día a día, porque nada resulta sencillo, pero no me faltan fuerzas al hacerlo.

Sigo adelante


Mi orgullo queda intacto pese a las circunstancias, ya no me queda de otra que seguir adelante, asumir que cojeo por haber querido a la fuerza apresurar mis pasos, pero ahora me sujeto fuertemente, no tengo miedo, estoy acostumbrada a esa sensación que deja una derrota, quizás sea por eso que valore tanto mis sueños. A veces tomo la extraña decisión de encerrarlos bajo llave, pero porque ahora no es su momento, quiero hallar la suficiente entereza en mi mundo para volcarme para esa razón, estoy acostumbrada a que algo quiebre mi control, pero no mi orgullo, quiero soñar, y lo haré, tiempo…
puede que no te des cuenta, pero voy buscando mis pequeñas ilusiones, estoy acostumbrada a medir los pasos, tener paciencia. Los sueños, sueños son y no desaparecerán si no desistes


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