Entre mis cosas
Una vez alguien me enseñó que las pequeñas cosas de la vida son las que al final acaban por engrandecer a uno. E inútilmente creo en la certeza de ello, soy una persona muy detallista, tanto que a veces rebaso lo absurdo, tiendo a guardar la entrada de cine, a recopilar todas las cartas, a ubicar mis canciones e idealizar cada una de ellas con una fotografía o imagen, de tal modo que, un color, un olor e incluso un simple objeto me recuerda a un momento determinado, una vivencia pasada, etc. Quizás parezca ilógico pero de cierta manera plasmar lo que sentí cuando me regalaron el primer beso o un te quiero ingenuo, cuando lloré por desamor, cuando perdí a alguien querido, cuando no supe decir adiós o lo que aún es peor cuando ya se hizo demasiado tarde para hacerlo… plasmar todo ello en una simple hoja de papel irónicamente sirve para que esa emoción nunca desaparezca, y puede que no se deba vivir del pasado, pero ciertamente es éste el que ha ido construyendo los cimientos de nuestro presente y el que nos ha enseñado a mirar hacia el futuro, quien nos prepara para no ser tan vulnerables ante la incertidumbre de lo que nos deparará el mismo.
Y puede que sea agobiante la manera en la que parece que realzo lo vivido, queriendo formar parte en cada momento de él, pero no se trata tan solo de eso, en la vida pasamos por tantos momentos, que muchas veces nos olvidamos aquello o aquel que una vez robó nuestras lágrimas o nos regaló sonrisas, quién o qué nos hizo partícipe de una felicidad idealizada, quizás momentánea, pero esos son los momentos a los que pretendo aferrarme, la vida da muchas vueltas y por el camino nos hallamos con grandes obstáculos y aunque muchas veces hayamos tenido la osadía, la fuerza y el coraje de superarlos, tarde o temprano nos llega ese momento amargo en que algo, inevitablemente, trastoca nuestro mundo y nos deja caos, sin saber que hacer, dominando nuestros sentidos, acaparando esa parte fuerte de nosotros mismos que nunca antes se dejó vencer, para por ahora doblegarse al tiempo y por más que ahora estimas enseñarle al mundo esa coraza de ser “fuerte” e impasible ante el dolor, hay algo que te lo impide, algo o alguien deja un vacío inmenso, algo o alguien trastoca tu control, te arrebata los sueños e impide que sigas creciendo de la manera que antes solías… la vida pasa, pero tú te detienes. Los pies pesan, el alma siente ese vacío y tú tan solo absorto permaneces, esperando a que algo cambie, o simplemente que vuelva a la normalidad que por entonces existía, a ser todo como antes era, pero muchas veces por más que uno quiera no se puede volver atrás, es hora de seguir.
Busca las fuerzas de donde puedas, se que es más duro cuando en tu lucha recuerdas el motivo por el cual te indignas al llanto, duele, pero cuando ese vacío merma, cuando la soledad se hace hueco de tus silencios, y esa huella quedada en esa parte inmensa de ti se hace cada vez más vaga, solo entonces podras seguir, hay una frase que dice “ no dejes que tu libertad se quede sin alas, ni temas a que el miedo te heche un pulso y pueda más” tan solo tú puedes allanar ese camino tan duro, y realmente aunque esa coraza que antes te hacía invulnerable se halla roto, cuenta con mi armadura, a veces soy tan fragil como aparento ser, pero cuando se trata de contemplar a “mi luna” mi entereza se mantiene, no te dejaré caer, llorar nunca es malo, desahogarse, gritarle al mundo el por qué de tu agonía… no podemos dejar que el miedo nos consuma, pero si lo guardamos dentro acabará formando parte de uno mismo.
Algo quiebra, cambia, duele, y cuando ello sucede.. en mi ingenuidad abro aquella cajita que guardo debajo de mi cama, en la cual ubico mis recuerdos y tantos aquellos buenos como los malos me hacen no decaer en mi ilusión, creer en que un día de estos la vida me devuelva la normalidad, el tiempo sane las heridas y mis pies ansíen de nuevo andar, no digo que puedan correr, pero recuerda luna, hay más tiempo que vida y contamos con el tiempo del mundo para hacerlo y por si en mi mundo careciera de motivación… recuerda aquella fotografía, aquella canción que tanto apego le tenías… en lo absurdo muchas veces encontramos nuestra liberación, quizás entonces retomemos nuestros sueños.

Guarda mi corazón. TQ
Y puede que sea agobiante la manera en la que parece que realzo lo vivido, queriendo formar parte en cada momento de él, pero no se trata tan solo de eso, en la vida pasamos por tantos momentos, que muchas veces nos olvidamos aquello o aquel que una vez robó nuestras lágrimas o nos regaló sonrisas, quién o qué nos hizo partícipe de una felicidad idealizada, quizás momentánea, pero esos son los momentos a los que pretendo aferrarme, la vida da muchas vueltas y por el camino nos hallamos con grandes obstáculos y aunque muchas veces hayamos tenido la osadía, la fuerza y el coraje de superarlos, tarde o temprano nos llega ese momento amargo en que algo, inevitablemente, trastoca nuestro mundo y nos deja caos, sin saber que hacer, dominando nuestros sentidos, acaparando esa parte fuerte de nosotros mismos que nunca antes se dejó vencer, para por ahora doblegarse al tiempo y por más que ahora estimas enseñarle al mundo esa coraza de ser “fuerte” e impasible ante el dolor, hay algo que te lo impide, algo o alguien deja un vacío inmenso, algo o alguien trastoca tu control, te arrebata los sueños e impide que sigas creciendo de la manera que antes solías… la vida pasa, pero tú te detienes. Los pies pesan, el alma siente ese vacío y tú tan solo absorto permaneces, esperando a que algo cambie, o simplemente que vuelva a la normalidad que por entonces existía, a ser todo como antes era, pero muchas veces por más que uno quiera no se puede volver atrás, es hora de seguir.
Busca las fuerzas de donde puedas, se que es más duro cuando en tu lucha recuerdas el motivo por el cual te indignas al llanto, duele, pero cuando ese vacío merma, cuando la soledad se hace hueco de tus silencios, y esa huella quedada en esa parte inmensa de ti se hace cada vez más vaga, solo entonces podras seguir, hay una frase que dice “ no dejes que tu libertad se quede sin alas, ni temas a que el miedo te heche un pulso y pueda más” tan solo tú puedes allanar ese camino tan duro, y realmente aunque esa coraza que antes te hacía invulnerable se halla roto, cuenta con mi armadura, a veces soy tan fragil como aparento ser, pero cuando se trata de contemplar a “mi luna” mi entereza se mantiene, no te dejaré caer, llorar nunca es malo, desahogarse, gritarle al mundo el por qué de tu agonía… no podemos dejar que el miedo nos consuma, pero si lo guardamos dentro acabará formando parte de uno mismo.
Algo quiebra, cambia, duele, y cuando ello sucede.. en mi ingenuidad abro aquella cajita que guardo debajo de mi cama, en la cual ubico mis recuerdos y tantos aquellos buenos como los malos me hacen no decaer en mi ilusión, creer en que un día de estos la vida me devuelva la normalidad, el tiempo sane las heridas y mis pies ansíen de nuevo andar, no digo que puedan correr, pero recuerda luna, hay más tiempo que vida y contamos con el tiempo del mundo para hacerlo y por si en mi mundo careciera de motivación… recuerda aquella fotografía, aquella canción que tanto apego le tenías… en lo absurdo muchas veces encontramos nuestra liberación, quizás entonces retomemos nuestros sueños.
Guarda mi corazón. TQ
1 comentarios:
Gracias, logras entender lo que me pasa, se que ahora no es momento nisiquiera de caminar deprisa, pero lo hare, lo hare cuando mi yo pueda recordar cualquier cosa sin aflorar una lagrima, entonces , ire de tu mano comosiempre, a mi peke de su luna
Publicar un comentario
Bueno dejar vuestra firma...
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio