martes, 12 de mayo de 2009

Te echo de menos

Se cuanto adorabas la manera en que te escribía el mundo, en una simple servilleta de papel y como renegabas cuando al hablar de dolor consumía mi esperanza y me hiciste fuerte, me ayudaste a superar junto a toda la familia lo que indiscutiblemente mi simple yo nunca lo hubiera podido hacer, fuiste ese ejemplo a seguir en mi vida, tus acciones siempre fueron gratificantes para mi en cuanto pintabas de azul la oscuridad más inmensa y acongojante y nunca te rendiste, siempre supiste sacarle una sonrisa a cual situación drástica y esa endereza en ti y el modo de ver el mundo tan grande como para no perder el tiempo, fue lo que me hizo seguir adelante en su momento, luchar, sonreir, hacerme fuerte, junto a ti supe lo que es ser grande y en estos momentos me siento tan pequeña, pero me acuerdo una conversación que tuvimos en su día y como de tus palabras pude comprender que no puedo dejar el peso de mis problemas a espaldas del mundo, que siempre llegará un momento en el que debes detenerte, si no quieres acabar rompiéndote en pedazos, tan solo puedes enfrentarte a ellos, aquí no queda de otra alternativa posible, superarlos, nada pierdes con intentarlo.

Si la gente de tu alrededor llora es porque están cansados de verte llorar y si ves como en su rostro radía una gran sonrisa es porque tú le haces reír, la felicidad son momentos, y es por ello que a pesar de mi indesconsolable tristeza intento sonreír, porque me gustaría pensar que allá donde estés me acompañas y que es tu frágil inocencia la que sujeta ahora mi flaqueza, no pararé de sonreír, pues se qué mi sonrisa calmaba tus miedos, se que la forma en la que me veías avanzar te hacía sentir pletórica y que nunca perdías la fe de mi camino, muchas veces incierto, pero me agarrabas tan fuerte de la mano, que ahora al soltarme, sin preaviso, mi cuerpo tambalea, no sabe mantenerse en pie, y tengo tanto miedo, tanta rabia contenida, no entiendo nada de lo que pasa, me desconcierta la manera en que todo esto acontece, como tengo que hacerme de cuentas a la vida, sin ti, y cada mañana me levanto y tan solo pensar en que de pronto un día estás y al siguiente te has ido, sin un adiós, sin ningún te quiero...

Tan solo me queda el consuelo de pensar que supe hacértelo saber, que mis silencios te hubieran contado mis verdades, que las distancias se hubiesen hecho más cortas y que mi cariño siempre lo llevarás contigo, duele claro que duele y se que te prometí sonreír, que buscaría la manera de encontrar mi felicidad, que no viviría en una irrealidad forjada, y lo haré, pero de pronto permíteme dejar escapar este dolor, ahora tan solo necesito liberar esta agonía, el miedo y la impotencia que me acorrala y cuando el tiempo pase, cuando mis lágrimas hayan cesado y halla recuperado las fuerzas necesarias para seguir mi camino lo haré pero por ahora permíteme descalzar mis pies, desnudar mi alma y arroparme en mi soledad, necesito calmar cuanto siento, pues ni siquiera sé lo que siento, entre tanta frivolidad de emosiones me hallo confusa...

tan solo dejar que el tiempo pase...


Se pueden escribir millones de palabras, y aunque hoy no encuentre las más idóneas para describir lo que fuiste en mi mundo, lo que significas en mi vida o esa parte que siempre llevaré conmigo para hacerme crecer, espero que mis lamentos no perturben esa viveza que te caracterizaba y que siempre, siempre, llevaré conmigo y aunque hoy llore tu ausencia, se que siempre sujetarás mis miedos... cada cual tiene su modo de ver el mundo, sin duda en el mío siempre existirá el calor de tu cariño.


Te echo de menos.

2 comentarios:

Anonymous montse ha dicho...

Sin palabras, como siempre aqui estoy, pero ahora, sin palabras, muchas veces te he dicho que no dejes que tus lagrimas te impidan ver las estrellas, ahora...el dolor, la impotencia, tantas coas por decir... no permiten que pueda ver las estrellas, aun con todo, estoy aqui,a pesar de que mi mundo tambien se tambalea, del inmenso vacio y la sensacion de impotencia que tu describes como si fuera mia, estoy aqui, nunca lo olvides
a mi peke de su luna

20 de mayo de 2009, 12:57  
Blogger Vane ha dicho...

sabes, a veces pienso q es de cobarde llorar, sentir incluso tropezar y quizas me aferro a eso inútilmente como para pensar que si todo va mal ya nada puede ir peor, pero se q no es asi q hay momentos q nos dañan, q nos llenan de un vacio incomensurable, y es un tanto ilógico que un nada, una ausencia, un silencio se haga tan evidente... bueno aquí estoy, a pesar d todo la vida sigue, para bien o para mal, pero sigue, siempre juntas... el camino es largo y no hay que bucar evitar las piedras tan solo lograr el modo de esquivarlas y hacernos fuerte tq luna

21 de mayo de 2009, 8:06  

Publicar un comentario

Bueno dejar vuestra firma...

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio