domingo, 16 de mayo de 2010

Cuando escribo desnudo mi torpe materia gris


Distorsiono la realidad, o puede que ni siquiera entienda tu propia realidad como para encajarla en mi mundo. Extremista y poco afable en cuanto a la estabilidad, si te rehuyo, cuestionas el hecho, si no lo hago, te asusta el momento.

Qué hacer, qué decir, o a qué atenerme para que tu mirada no busque razones, qué hacer o qué decir para que no sientas que cuestiono tu inseguridad, o que creas que espero más de lo que pudiera el momento dar. 
 No pretendo transformar circunstancias en una crítica hacia alguien en particular, ni siquiera hacia mi misma. A veces ni yo misma estoy segura de escribir lo que realmente siento _pero apenas se que cuando escribo, las palabras deleitan mi hipocresía, esa farsa forma que tengo de sonreír, el miedo que me da la soledad, lo oscuro que deja una ausencia, o la necesidad de aferrarte al olvido pese a que éste deje un sabor amargo en los labios difícil de degustar_  cuando escribo ya no hay verdades a medias, ni mentiras disfrazadas, un adiós suena tan frívolo como sienta materializarlo, un te quiero tan ingenuo como decirlo sin más… las palabras carecen de sentido, pero irónicamente es el único modo de ser yo, sin miedo, sin barreras, sin ese cúmulo de sensaciones que siempre pesan.

Palabras… ironías de la vida, con el tiempo he aprendido que a veces el silencio gana grandes conversaciones, que  otras veces a ras de lo que pudiéramos necesitar o esperar de la vida, alguien se atreve a regalarte palabras carentes de sentido, promesas que al final quedan pendientes de un hilo y tan solo con el tiempo aprendes a encajarlo, a valorar que cuestionarse ciertas cosas no es más que una pérdida de tiempo, un cúmulo de reproches difícil de sostenerse,  a veces callas, por miedo, por incomprensión, porque alguien se atreve a hablar por ti, a etiquetarte o cuestionarte por un mero hecho pasado, pero lo hacen, sin más  cabida a ello callas y entonces el silencio… muestra tu debilidad.

No es cobardía lo que guardo, lo supe entonces al tomar ciertas decisiones, lo se entonces al seguir obstinada fiel a ello, el tiempo te enseña que ponerse a la altura de quien siempre cree tener razón, no le hará más grande, ni mucho menos a ti, reflexionas, sin más.

He comprendido que la vida es dura por sabiduría, que contar con apoyos es fundamental, pero no debes de dejar que ese alguien dispuesto a estar a tu lado lleve el timón de tus decisiones, sin rumbo acabarás aún más perdido.

Qué hacer, qué decir… si en mis letras apenas hallo, un atisbo de sentido, entre tanta confusión, tú y mis sensaciones, de pronto no escuchas más que el teclear de mis pensamientos, ¡silencio! escribo.
O puede que sí, que lo que escriba sea condicionado por lo que siento, que a veces mis letras sean no más, el refugio de cuanto callo, despido en forma de palabras mi torpe ingenuidad, mis reproches necios, mis dudas y un cúmulo de idas y venidas acostumbradas a ser yo misma  _cuando escribo no pudiera decidir por entonces ser otra más que yo misma, desnudar mi materia gris_ 
 
Incomprensible, cuestionas, juzgas y reprochas mi forma tan personal de ser, de radicalizar mis emociones, de sobrepasar mis pensamientos antes de actuar en consecuencia, ser impulsiva y pasional, cuesta errores, a mitad del camino las palabras se caen, las promesas se olvidan y el deseo se esfuma.

Rara, histérica, impaciente, inconformista, testaruda… no reniego de como soy, ni espero que alguien en particular llegue a mi vida intentando entender mis rarezas, buscando apaciguar mis miedos, o calmando mi angustia, formar parte de ello, no implica querer cambiarlo, mejorar es una meta, crecer a falta de tiempo es cada vez un reto personal e intenso, pero juzgar, es de torpes.

Soy como soy, con el mundo a mis espaldas, no quiero cambiar ello, pero si rectificar mis fallos, no me juzgues, ya lo hago yo por ti.
Así soy y si esperas que cambie, pierdes tiempo en ello, deseo mejorar las cosas que me hacen ser insignificante, paliar mis miedos, afrontar mis errores, pero a mi manera, si fallo, esta vez quisiera poder decir que lo hice por mi y si realmente lo que tu ves en mi, es fiel a lo que por momentos creo sentir, sé que me darás la oportunidad de ser yo misma, pese a crearte confusión, pese a lastimarte inconscientemente y no entender mis silencios, pero sabes _gracias por dejarme callar y escuchar cuando hay algo que tengo que decir_ sé que no lo entiendes y no busco que lo hagas, tan solo que intentes "acoplar" tu forma de ser a la mía de igual manera que yo aprendo a no dibujar sonrisas, a contar contigo cuando algo se me hace grande, a estar sola y dejar de sentirme sola, a no sentirme insegura y a poder ser yo misma en todo momento sin miedo a que ello frene este sentir. Soy yo, porque a tu lado puedo serlo, tan solo deja de juzgar con motivo a algo, cuestiona mis acciones si de ellas sientes que fallo para ti, pero no critiques mi forma de ser, porque no pienso cambiar, así soy.

Se de como te abruma mi carácter extremista y poco receptivo a ti, pero lo siento, soy franca y ello no es algo que me incomode, aprendí a necesitar de tocar los extremos de mi vida para poder sentirme plena, a reconocer que me fascina la manera tan radical de la que me basto para tomar decisiones, ya no me asusta el caer, ni si quiera el hecho de tener que volver a levantarme, se que soy  muy niña, pero no me taches de inmadura o inocente, que no te engañe la sonrisa que muestro, ni el tararear que le pongo a mis días, soy ingenua porque los golpes que me he dado han dejado moratones y sin esa pizca de ilusión, cuesta más levantarme, cuestionas… pero lo hago, me levanto, grito, bailo y todo lo que hago sin sentido es el delirio que te provoca una risa un tanto vergonzosa, soy así a veces niña, pero que mi apariencia no te engañe, no tengo porque mostrarle al mundo que mis sueños pesan, que mi andar es sosegado, que mis miedos me vencen, que me siento sola y que muchas veces me juzgan sin entender a razones, si guardarlo para mi es ser una niña, prefiero entonces que no conozcas cual madurez hay en mi, hay gente que le cuesta ser más abierto sobre ciertas cuestiones y yo necesito tiempo, pese a mi carácter alborotado y extrovertido, necesito guardar un estuchito con mis emociones, prométeme que no lo abrirás sin permiso.

Lloro con gran facilidad y muchas de las veces lo hago cuando nadie me ve porque desnudar sentimientos es cuanto más difícil ajeno a mi, por eso escribo, de otra no tengo escapatoria, aquí puedo ser yo, sin miedo a no gustar, no voy buscando tal cosa, ni que comprendas o compartas mis peculiaridades, tan solo dedica  un segundo a ello y si realmente te agrada lo que ves, quédate a mi lado, el tiempo que quieras, pero si te vas, cierra la puerta al marchar.
 Así soy yo, indecisa, inconformista, a ratos insegura y con una sensación agobiante de ir a pasos cortos, así soy, ingenua, risueña, luchadora y con mil y una sonrisa para darte si la necesitas, pero no puedo evitar que mis emociones cambien repentinamente, que de pronto esté alegre o con mis tantas rabietas sin un atisbo de coherencia para ti, sueño a veces despierta, por temor que al abrir mis ojos se desvanezca todo lo que anhelo, si tratas de entenderme te harás un lío, me alejo cuando te acercas, por temor a un adiós, constante y cabezota, me acerco, te miro y de pronto…te alejas.
  
Y a solas vivo, otras veces la vida se me va con lo que escribo y de idealizar un mañana perfecto me olvido de que el hoy es justamente lo que anhelé, lo que despide en forma de palabras mi torpe alma gris, callada, cohibida, quizás por no encontrarle razones a lo que siente, de pronto me basto de palabras y a solas me recuesto  sobro el hombro de tus sueños, sin pensarlo, con la misma ilusión que a ratos creo ver en ti.
 Callo, pero te escribo

Veces siento que a falta de interés todo va cambiando, puede que por mí, pero te delatan más tus ojos, me desconciertas, cuando de pronto encauzas mis miedos y me ofreces una mano firme para avanzar, parece que quisieras formar parte de quién soy y cuestionas cuanto más mi manera de ser, me vuelves del revés, a veces te echo de menos y tú  bromeas diciendo que me hechas de más, a veces creo que tan solo bromeas.

Me ilusionas y me desilusionas, tienes la facilidad de arrebatarme una sonrisa y una lágrima de ternura, con situaciones inesperadas _“mein guiri”_

Me sorprendes con la manera tan imprevisible de regalarme gestos, me haces temblar, lo sabes bien, aportas serenidad a mis días y eso asusta, me bloqueas con tu forma tan diferente a mi de pensar y de enfrentarte conmigo misma, me haces dudar y querer tener siempre la razón, pero casi nunca la llevo de suerte atada a mi, de un lado me obstiné a no hablarte de lo que ronda por mi cabeza y siempre voy perdiendo  de tres cuando solo hay una partida.

Sin razones me has enseñado que se puede, pero  quiero que lo entiendas, soy así, necesito la sensatez de mi lado, pero sin obviar a la incoherencia que le da vida a mis momentos… de un momento atrás perdí ciertos sueños, retomarlos contigo no es fácil, si me dejas, cuento contigo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Bueno dejar vuestra firma...

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio